13/12/09

A PUNTO DE FINALIZAR EL TRABAJO REALIZADO

En estos tiempos, tan poco dialogantes, considero que los niñ@s tienen que aprender a escuchar, ya que es un gran problema de la sociedad en la que vivimos: “no saber escuchar”.
Tal vez, hayamos generado esta sordera, como refugio ante la invasión de mensajes que nos acosan continuamente, enviados por alguien que sí tiene, sabe y posee medios para emitir.
La actitud de nuestros escolares ha sufrido un acentuado desvío hacia horizontes hasta hace poco insospechados. El abuso de medios audiovisuales, si bien informa sus mentes, va deformando su expresividad. El niño “teleadicto” de ahora no juega, no ríe, no compite con los demás: lo hace con y contra la máquina, contra el videojuego, contra el ordenador. Ha dejado de ser un emisor de emociones para convertirse en un mero receptor... y, tristemente, no de los conocimientos y las ideas naturales, propias de su evolución, sino de otras exteriores, inculcadas subliminal y programadamente por personas que no pretenden educar en valores. Nunca en la historia ha estado el niño mejor atendido y más abandonado.
Por ello hay que buscar una actividad artística que respete y potencie la expresividad de nuestr@s alumn@s, pero que les haga saber que, además de la suya, existen otras opiniones igualmente respetables. La actividad artística que conjuga estas dos posturas (escuchar y exponer), que son el eje de la convivencia y la ciudadanía, es el TEATRO
Con esta actividad he pretendido conseguir que mis alumn@s aprendan a:
- Conocer su propia voz y utilizar la palabra como el medio más noble de expresión.
- Encontrar en sus manos, voz, gesto, mirada, movimientos, etc., recursos comunicativos y disfrutar de ellos.
- Potenciar la lectura y corregir defectos de dicción.
- Analizar los personajes y las situaciones representadas.
- Comportarse debidamente en un espectáculo.
Ninguno de estos objetivos está relacionado con la perfección de un estreno teatral, que incluso puede no llegar, aunque sea lo que esperen los alumn@s. Puede ser su meta, pero no la mía, (aunque en este caso sí lo ha sido). Ellos no son actores ni actrices y, posiblemente, no lo serán nunca.
Sí he luchado, (aunque no del todo lo he conseguido) por lograr una correcta vocalización o porque se inmiscuyan en su personaje, ya que considero que son objetivos del curso: la expresión oral o la empatía para comprender a otro. Por tanto, no hay relación entre el éxito de la representación teatral y el proceso educativo que ella ha generado.
Estoy satisfecha del trabajo realizado porque, sobre todo, han sido capaces de romper sus propios moldes, porque se ha practicado la tolerancia, porque han aumentado su autoestima y trabajado con un entusiasmo desconocido por nosotros mismos.Gracias por el interés que habéis mostrado
Y desde esta página, quiero además agradecer el trabajo que desinteresadamente han realizado Beatriz, Mª del Mar y Pilar. Gracias por el tiempo que nos habéis dedicado, por vuestros consejos y sugerencias para mejorar el trabajo, por el apoyo incondicional que nos habéis proporcionado durante este tiempo y por la valiosa colaboración que nos habéis prestado para terminar satisfactoriamente nuestro propósito.
Muchas Gracias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a ti, por darnos la oportunidad de trabajar con los niños e implicarnos en vuestro trabajo.Besos Maria del Mar

OLALLA CAMACHO dijo...

Te espero con el próximo hijo ¿me tocará alguno de ellos?, je,je